Lectio Divina por Thairí Hurtado de Venezuela
Invocamos al Espíritu Santo.
¡Ven, Espíritu Santo! Manda tu luz desde el cielo. Reparte tus siete dones, según la fe de tus siervos. Por tu Bondad y tu Gracia, dale al esfuerzo su mérito. Salva al que busca salvarse y danos tu Gozo eterno.
Amén.
📖 Evangelio según San Lucas 6, 12-19.
Sucedió que por aquellos días, Jesús se fue al monte a orar, y se pasó la noche orando a Dios.
Cuando se hizo de día, llamó a sus discípulos, y eligió doce de entre ellos, a los que llamó también apóstoles.
A Simón, a quien llamó Pedro, y a su hermano Andrés; a Santiago y Juan, a Felipe y Bartolomé, a Mateo y Tomás, a Santiago de Alfeo y Simón, llamado Zelotes; a Judas de Santiago, y a Judas Iscariote, que llegó a ser un traidor.
Bajando con ellos se detuvo en un paraje llano; había una gran multitud de discípulos suyos y mucha gente del pueblo, de toda Judea, de Jerusalén y de la región costera de Tiro y Sidón, que habían venido para oírle y ser curados de sus enfermedades. Y los que eran molestados por espíritus inmundos quedaban curados.
Toda la gente procuraba tocarle, porque salía de Él una fuerza que sanaba a todos.
Palabra del Señor.
1. Lectura, ¿Qué dice el texto?
«Habían venido para oírle y ser curados de sus enfermedades. Y los que eran molestados por espíritus inmundos quedaban curados.
Toda la gente procuraba tocarle, porque salía de Él una fuerza que sanaba a todos»
Siguiendo este texto, ¿Cuáles son las palabras o frases o actitudes que atraen tu atención, tu interés?
2. Meditación: ¿Qué nos dice Dios en el texto?
Una vez más el Señor nos invita y nos pide que permanezcamos junto a Él, ser discípulos llenos de su Vida y de su Gracia.
Podemos distinguir dos planos: el monte y el valle. El monte es, ante todo, el lugar de la oración, de dirigirse al Padre, de momentos de amistad y de encuentro. Y sin prisas, “pasó la noche entera”. En este clima, cuando llega la luz del día, elige a los suyos, a los doce. Gente sencilla, con escasos recursos personales. Hasta figura el traidor, el Iscariote, que le entregará al enemigo. Luego, poco a poco, los irá cambiando; su presencia, constante y activa, los trasformará.
“Con ellos”, con estos apóstoles, bajará al valle. Aquí se escenifica la secuencia: Está Cristo, el Maestro; los apóstoles, el círculo más íntimo; luego, el grupo de discípulos; por fin, el pueblo entero, incluso venidos de lejos, los extranjeros de Tiro y Sidón. Solo falta ya comenzar la actividad evangelizadora: predicar y sanar, con la “fuerza que salía de Él y curaba a todos”.
Observando la oración de Jesús, deben surgirnos diversas preguntas: ¿Cómo rezo yo? ¿Cómo rezamos nosotros? ¿Qué tiempo dedicamos a la relación con Dios? ¿Es suficiente la educación y formación a la oración actualmente? ¿Quién nos puede enseñar?
Escuchar, meditar, callar ante el Señor que habla, es un arte que se aprende practicándolo con constancia. Ciertamente, la oración es un don que exige, sin embargo, el ser acogido; es una obra de Dios, pero que exige compromiso y continuidad por nuestra parte, sobre todo la continuidad y la constancia son importantes.
Siguiendo el mensaje de este texto, ¿Cuál es tu meditación, tu reflexión personal?
3. Oración: ¿Qué le decimos a Dios?
Enséñame Señor Jesús, lo que significa vivir y permanecer en ti. Quiero que tus palabras entren hasta el fondo de mi alma, que en mis acciones se vea reflejada tu permanencia. Lléname del amor de Dios, para que mi testimonio como cristiano sea verdadero y coherente, y seas tú Señor el que actúe a través de mi para dar fruto en abundancia.
Siguiendo el mensaje de este texto, ¿Cuál es tu oración personal?
4. Contemplación: ¿Cómo interiorizamos la Palabra de Dios?
«Toda la gente procuraba tocarle, porque salía de Él una fuerza que sanaba a todos». (R)
Siguiendo el mensaje de este texto, ¿Cuál es la palabra o frase o párrafo o actitud que te ayuda a recordar este texto?
5. Acción: ¿A qué me comprometo con Dios?
Te propongo que hoy busques ser discípulo de Jesús. Para que sea Él quien actúe a través de ti, en cada uno de tus actos.
Afirmemos de corazón que “estar con Él”, la adoración, el trato íntimo es lo primero; aquí nos alimentamos y tomamos fuerza para lograr algo que ofrecer, algo que decir y la manera de hacerlo. Tengamos confianza, Jesús nos ha elegido, es gesto de amistad personal. Él lo hará todo en nosotros y a través de nosotros.
Siguiendo el mensaje de este texto, ¿Cuál es la acción concreta que te invita a realizar?