Lectio Divina por Marcos Diaz de Argentina
0- Invocación al Espíritu Santo
Ven Espíritu Santo, llena nuestro corazón de tu presencia, hoy, en este momento queremos escuchar la Palabra de Dios. Tú la inspiraste, ven y danos entendimiento. Tú inflamaste los corazones de los santos, ven y habita en nosotros. Tú movilizaste a la Iglesia fiel a Cristo, ven y danos Valor y templanza para ser tus testigos. Amén.
1- Lectura ¿Qué dice el texto? Evangelio de San Mateo 13, 54-58
54 Al llegar a su pueblo, se puso a enseñar a la gente en la sinagoga, de tal manera que todos estaban maravillados. «¿De dónde le viene, decían, esta sabiduría y ese poder de hacer milagros? 55 ¿No es este el hijo del carpintero? ¿Su madre no es la que llaman María? ¿Y no son hermanos suyos Santiago, José, Simón y Judas? 56 ¿Y acaso no viven entre nosotros todas sus hermanas? ¿De dónde le vendrá todo esto?». 57 Y Jesús era para ellos un motivo de escándalo. Entonces les dijo: «Un profeta es despreciado solamente en su pueblo y en su familia». 58 Y no hizo allí muchos milagros, a causa de la falta de fe de esa gente.
Palabra de Dios
Jesús es hombre, como cualquiera de nosotros, excepto en el pecado, y así como nosotros amamos y extrañamos nuestra tierra cuando estamos lejos, Él también amó y quiso regresar a su lugar para darle lo mejor que tenía, a saber, su mensaje de Buena Noticia y su poder para curar las dolencias.
Pero los compatriotas de Jesús se maravillan y aparece en ellos una admiración que raya con el escepticismo. Conocen lo sorprendente de su enseñanza y los milagros prodigiosos que realizó en Galilea, pero en ellos choca fuertemente el hecho de que lo conocen desde niño, o creen conocerlo. En el Evangelio de Juan declaran los judíos: “Pero nosotros sabemos de dónde es este; en cambio, cuando venga el Mesías, nadie sabrá de dónde es” (Jn 7, 27). He aquí el escándalo, no lo aceptan como Mesías pues creen conocer de dónde viene, sin saber que su origen es el Padre, quién lo mandó. Piensan para sus adentros “como un simple artesano, hijo de un carpintero, puede ser el Mesías enviado de Dios”, para ellos aquella condición de trabajador manual no se corresponde con ser el Elegido.
Jesús concluye que nadie es profeta en su propia tierra y Mateo explica que toda esta situación ha derivado en la imposibilidad de hacer milagros por la falta de fe de ellos.
Ahora sigue tú, profundizando el texto, rumiándolo para entenderlo aún más.
2. Meditación ¿Qué me dice el Señor?
Para ayudarnos en la meditación planteamos las siguientes preguntas:
• Todos tenemos un lugar de origen, pueblo, barrio o casa. ¿Cómo soy yo frente a la palabra y ayuda de otros? Los escucho y medito en sus palabras y consejos o los descarto porque “ya se quién es”?
• ¿Qué generan en mi las Palabras de Jesús?
• ¿Para mi es importante el origen de las personas con quien me encuentro? ¿Escucho a algunos porque presentan un “Titulo para hablar” o descarto las palabras de otros por su origen humilde?
• ¿Alimento mi fe? ¿Le pido a Dios que aumente y mantenga mi fe?
Ahora continúa tú meditando esta Palabra, desentrañando el mensaje que tiene para ti hoy.
3. Oración ¿Qué le digo al Señor?
• Te doy gracias porque me visitas, me das tu Palabra para cambiar, para mejorar.
• Te pido Señor que alejes el prejucio que me surge sobre otras personas, permíteme tener un corazón abierto para conocer de verdad a mis hermanos.
• Te pido fuerza Señor en el momento de la prueba, tu que sufriste el desprecio de tus propios vecinos.
• Te ruego Señor que aumentes mi fe, para seguir creyendo que tu salvas mi vida
Agrega tu peticiones inspirado en tu propia meditación.
4. Contemplación ¿Cómo interiorizo tu mensaje Señor?
Repetimos durante el día esta frase de Jesús:
«No juzguen según las apariencias, sino conforme a la justicia» (Jn 7,24)
5. Acción ¿Cómo llevo a la vida esta Palabra?
Propongo que hoy, solo por hoy, tratemos de prestar más atención a las personas con las que hablemos, quitándonos los filtros de prejuicios para escuchar de verdad a los demás.