Lectio Divina por Héctor David Martínez de Honduras
INVOCACIÓN DEL ESPÍRITU SANTO 🙏🏼
Señor Jesús envíanos la fuerza de tu Espíritu Santo a los que en ti esperamos, escucha nuestras súplicas; y, puesto que el hombre es frágil y sin ti nada puede, concédenos la ayuda de tu gracia para guardar tus mandamientos y agradarte con nuestras acciones y deseos. Amén.
Del Santo Evangelio según Mateo 6,1-6.16-18 📖
«Cuidad de no practicar vuestra justicia delante de los hombres para ser vistos por ellos; de lo contrario no tendréis recompensa de vuestro Padre que está en los cielos. Por tanto, cuando hagas limosna, no lo vayas trompeteando por delante como hacen los hipócritas en las sinagogas y por las calles, con el fin de ser honrados por los hombres; en verdad os digo que ya reciben su paga. Tú, en cambio, cuando hagas limosna, que no sepa tu mano izquierda lo que hace tu derecha; así tu limosna quedará en secreto; y tu Padre, que ve en lo secreto, te recompensará. «Y cuando oréis, no seáis como los hipócritas, que gustan de orar en las sinagogas y en las esquinas de las plazas bien plantados para ser vistos de los hombres; en verdad os digo que ya reciben su paga. Tú, en cambio, cuando vayas a orar, entra en tu aposento y, después de cerrar la puerta, ora a tu Padre, que está allí, en lo secreto; y tu Padre, que ve en lo secreto, te recompensará. «Cuando ayunéis, no pongáis cara triste, como los hipócritas, que desfiguran su rostro para que los hombres vean que ayunan; en verdad os digo que ya reciben su paga. Tú, en cambio, cuando ayunes, perfuma tu cabeza y lava tu rostro, para que tu ayuno sea visto, no por los hombres, sino por tu Padre que está allí, en lo secreto; y tu Padre, que ve en lo secreto, te recompensará.
Palabra del Señor.
LECTURA: ¿Qué dice el texto? 📖🤔
En el Evangelio de este día, Jesús aparece instruyendo y enseñando a la gente. En su horizonte está siempre el Reino del Padre; a través de sus palabras y de sus gestos, nos va ayudando a entrar en la sabiduría de este Reino, a mirar y entender la vida desde una nueva perspectiva que resitúa las cosas, les da un nuevo valor.
En este sentido, nos ayuda a resituar tres prácticas habituales en el mundo judío y que nosotros hemos incorporado a nuestra vida cristiana: la limosna, la oración y el ayuno.
Acoger el Reino, significa acoger la amistad y la misericordia de Dios como experiencia fundante y salvadora de la propia vida; significa en consecuencia entrar en el proyecto de Dios, dejándose transformar desde dentro por su Amor para vivir como hijos e hijas suyas. Toda la vida se convierte entonces en respuesta personal a este amor de Dios y en esta clave hay que entender la limosna, la oración y el ayuno que sólo tienen sentido en cuanto reflejan el deseo de vivir la compasión y la justicia con los hermanos, la relación de confianza con el Padre y la sobriedad de un estilo de vida que nos ayude a ser más libres.
Sabemos que a todos se nos cuelan de vez en cuando, en lo que hacemos, otro tipo de deseos ante los que Jesús nos pone en guardia: el deseo de ser vistos, de ser alabados por los otros, de aparentar; de cultivar esa parte narcisista que existe en cada uno y que cuanto más se alimenta, más solitarios y empobrecidos nos deja.
Por eso, el Señor nos invita a “cerrar la puerta” a “entrar en lo secreto”, a “no dejar que la mano izquierda sepa lo que hace la derecha” a “perfumarnos la cabeza” cuando vayamos a ayunar; en definitiva, a saber permanecer en el escenario de la vida sin otra pretensión que interpretar, con el instrumento que Dios ha puesto en nuestras manos, la melodía que Él nos suscita.
Ojalá podamos descubrir, en lo que hacemos cada día, que la “recompensa” no está en el aplauso recibido, sino en la alegría de una amistad que en “lo secreto” va construyendo con nosotros una relación y un proyecto que nos llena y orienta toda nuestra vida.
MEDITACIÓN: ¿Qué me dice a mí el texto? 👏🏻
El Señor nos invita a reflexionar en tres cosas: justicia, oración y ayuno, todas las cuales deben ser practicadas con discreción, buscando la recompensa divina, que se dará, porque Él ve en lo secreto. Esto quiere decir que en primer lugar y antes que nada y por sobre todo debemos buscar agradar a Dios. Queda descontado que actuando de este modo y con esta actitud será imposible dejar de amar a la humanidad, obrando con justicia… ora a tu Padre, que está allí, en lo secreto; y tu Padre, que ve en lo secreto, te recompensará.
ORACIÓN: ¿Qué le respondo a Dios?
Padre Santo, ayúdanos a entender este mandato revolucionario y haznos capaces de llevarlo a fondo. Te lo pedimos por Cristo nuestro Señor…Amén.
CONTEMPLACIÓN: ¿Cómo interiorizo la Palabra de Dios?
¿Cómo puedo vivir en AMOR con los demás siguiendo los tres elementos que aparecen en el evangelio?
(Desde el fondo de nuestro corazón digamos)
“Tu Padre, que ve en lo secreto, te recompensará“
“Tu Padre, que ve en lo secreto, te recompensará“
“Tu Padre, que ve en lo secreto, te recompensa
Amigo bello. Que linda reflexion gracias por compartir la palabra de nuestro señor Jesucristo, eres su dicipulo que lucha..