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Lectio Divina por Leidy Johana León de Colombia
Invocación al Espíritu Santo:
Ven espíritu santo y llena los corazones de tus fieles y enciende en ellos el fuego de tu amor para que alimentados de tu palabra seamos testigos, desarrollando la misión a la que nos has encomendado en este mundo. Amén.
Evangelio según san Marcos 7, 14-23
En aquel tiempo, llamó Jesús de nuevo a la gente y les dijo: «Escuchad y entended todos: nada que entre de fuera puede hacer al hombre impuro; lo que sale de dentro es lo que hace impuro al hombre».
Cuando dejó a la gente y entró en casa, le pidieron sus discípulos que les explicara la parábola. Él les dijo: ¿También vosotros seguís sin entender? ¿No comprendéis? Nada que entre de fuera puede hacer impuro al hombre, porque no entra en el corazón sino en el vientre y se echa en la letrina». (Con esto declaraba puros todos los alimentos).
Y siguió: «Lo que sale de dentro del hombre, eso sí hace impuro al hombre. Porque de dentro, del corazón del hombre, salen los pensamientos perversos, las fornicaciones, robos, homicidios, adulterios, codicias, malicias, fraudes, desenfreno, envidia, difamación, orgullo, frivolidad. Todas esas maldades salen de dentro y hacen al hombre impuro».
Palabra del Señor
Lectura: ¿Qué dice el texto?
El Evangelio de hoy nos habla de que Jesús llamo de nuevo a la gente y les dice que nada que entre de fuera del hombre lo hace impuro, sino lo que sale del hombre dándoles a entender que el corazón del hombre guarda todo pecado siendo así mismo impuro, porque lo de afuera no ingresa al corazón si no al vientre con esto haciendo referencia a los alimentos.
Meditación: ¿Qué me dice a mí el texto?
El Evangelio el día de hoy me invita a interiorizar mi corazón revisando cada uno de mis pensamientos y pecados, de qué manera estoy actuando al momento de alimentar mi espíritu, corazón y pensamientos; qué estoy haciendo para no recoger todo tipo de pecado en mi corazón y a la vez darle gracias a DIOS por los alimentos que provee a mi mesa ya que son de gran bendición debido a las necesidades que tienen otros hermanos de alimento espiritual y corporal.
Contemplación: ¿Cómo interiorizo la Palabra de Dios?
Nada que entre de fuera puede hacer al hombre impuro; lo que sale de dentro es lo que hace impuro al hombre.
Acción ¿a qué me comprometo?
Dios por medio de la Palabra de hoy me ha dado a entender que debo alimentarme más espiritualmente evitando tener impuro mi corazón e invitándome a reconocer el hambre que tiene cada uno de mis hermanos de manera espiritual y corporal; y de qué manera puedo contribuir yo con la necesidad que tiene cada uno de ellos.
