Lectio Divina por Neritza Milagro Rivas De República Dominicana
LECTIO DIVINA-VIERNES 05 DE OCTUBRE DE 2018
Invocación
Amado Espíritu Santo, dulce compañero de nuestras almas, ven a iluminar con luz divina todo mi ser, para que así, en mi corazón yo pueda acoger la Palabra de Vida, que viene a refrescar y saciar mi alma sedienta de ti.
Lectura del Evangelio según San Mateo 7, 7-11
Pidan y se les dará; busquen y hallarán; llamen y se les abrirá la puerta.
Porque el que pide, recibe; el que busca, encuentra; y se abrirá la puerta al que llama.
¿Acaso alguno de ustedes daría a su hijo una piedra cuando le pide pan?
¿O le daría una culebra cuando le pide un pescado?
Pues si ustedes, que son malos, saben dar cosas buenas a sus hijos, ¡con cuánta mayor razón el Padre de ustedes, que está en el Cielo, dará cosas buenas a los que se las pidan.
Palabra del Señor.
Lectura: ¿Qué dice el texto?
Jesús enseña que todo el que pide, busca y llama, obtiene respuesta a su petición. Así mismo se dirige a sus discípulos preguntándole si ellos son capaces de darle a un niño algo que no le han pedido o que pueda hacerle daño.
Luego afirma que si ellos, que son malos, pueden dar cosas buenas a sus hijos, ¡cuánto más su Padre que está en el cielo! dará cosas buenas a quienes se las pidan.
Meditación: ¿Qué me dice Dios en el texto?
En primer lugar, Dios quiere que nos acerquemos a Él con confianza, como un niño que no tiene temor de pedir la atención de su padre en cualquier necesidad. Y lo que es más hermoso, es que el niño aún sin tener una necesidad específica, porque ama a su Padre, le pide que se quede a su lado sólo para disfrutar se su presencia. De igual modo el Señor espera que nos reconozcamos necesitados de su gracia y le busquemos sin desmayar porque Él está dispuesto a responder cada una de nuestras necesidades.
En segundo lugar, nos recuerda que, aun siendo malos, podemos dar cosas buenas.
Por último, nos muestra su amor misericordioso e inagotable, que es capaz de darnos todas las cosas que le pidamos. No hay razón para creer lo contrario tenemos un Dios que nos ama.
Oración: ¿Qué le respondo a Dios?
Señor, sé que aún me falta para vivir confiada en ti. Pero hoy tu Palabra me invita a dejarme amar por ti y a actuar con la convicción de que no hay nada que puedas negarme, si te busco a ti de todo corazón. Gracias por que me usas como instrumento de bendición, aun sabiendo de mis debilidades. Te ruego que me bendigas y hagas prósperas las obras de mis manos para que donde quiera que vaya, lleve tu amor.
Contemplación: ¿Cómo interiorizo la Palabra de Dios?
Mi padre que está en el cielo me dará cosas buenas.
Acción: ¿A qué me comprometo?
Dar gracias a Dios en todo momento y confiar en él como un niño en brazos de Padre.