Lectio Divina por Jorge Alberto Ortíz de Colombia
Paso 0. Invocación al Espíritu Santo.
Señor, envía tu Santo Espíritu para que el día de hoy habite en nosotros y se quede allí para siempre. Ven Huésped del Alma y llénanos de Ti para que podamos comprender la Palabra de Dios como Tú quieres y no como nuestros deseos lo dictan. Amén.
Paso 1. Lectura.
Evangelio Según San Mateo 25, 1-13
En aquel tiempo, dijo Jesús a sus discípulos esta parábola:
-«Se parecerá el reino de los cielos a diez doncellas que tomaron sus lámparas y salieron a esperar al esposo.
Cinco de ellas eran necias y cinco eran sensatas.
Las necias, al tomar las lámparas, se dejaron el aceite; en cambio, las sensatas se llevaron alcuzas de aceite con las lámparas.
El esposo tardaba, les entró sueño a todas y se durmieron.
A medianoche se oyó una voz:
¨¡ Que llega el esposo, salid a recibirlo!
Entonces se despertaron todas aquellas doncellas y se pusieron a preparar sus lámparas.
Y las necias dijeron a las sensatas:
“Dadnos un poco de vuestro aceite, que se nos apagan las lámparas.”
Pero las sensatas contestaron:
“Por si acaso no hay bastante para vosotras y nosotras, mejor es que vayáis a la tienda y os lo compréis.”
Mientras iban a comprarlo, llegó el esposo, y las que estaban preparadas entraron con él al banquete de bodas, y se cerró la puerta.
Más tarde llegaron también las otras doncellas, diciendo:
“Señor, señor, ábrenos.”
Pero él respondió:
“Os lo aseguro: no os conozco.”
Por tanto, velad, porque no sabéis el día ni la hora.»
Palabra del Señor
Paso 2. Meditación.
-¿Pienso todos los días en salir a la escucha de Dios? ¿En buscarle?
-¿Me levanto todos los días con la intención de salir al encuentro de los demás con Jesús?
-¿Me considero un necio que no está preparado para encontrarse con Dios o por el contrario busco diariamente estar en gracia Suya?
-¿Me confío y me duermo espiritualmente?
-¿Soy consciente de que debo estar atento pues no sé el día ni la hora?
Paso 3. Oración.
Señor, Rey del Universo, a Ti acudimos en este día para darte gracias por la vida y por la lámpara que ilumina nuestros pasos que es Tu Palabra. Permítenos estar siempre atentos a tu voz para obedecerte y así no sorprendernos a media noche. Te lo pedimos en nombre de Tu Hijo que contigo vive y reina por los siglos de los siglos. Amén.
Paso 4. Contemplación
“Estén prevenidos pues no saben el día ni la hora”.
Paso 5. Acción.
Salgamos al encuentro de alguien, sea un amigo, familiar, e incluso un desconocido, para hablarle de Dios y sus maravillas.