Lectio Divina por Julio Hernández de México
Invocación
Ven Espíritu Santo y llena nuestros corazones. Ilumínanos y danos sabiduría para entender la palabra de Dios.
Lectura del santo evangelio según san Mateo (24,42-51):
En aquel tiempo, dijo Jesús a sus discípulos: «Estad en vela, porque no sabéis qué día vendrá vuestro Señor. Comprended que si supiera el dueño de casa a qué hora de la noche viene el ladrón, estaría en vela y no dejaría abrir un boquete en su casa. Por eso, estad también vosotros preparados, porque a la hora que menos penséis viene el Hijo del hombre. ¿Dónde hay un criado fiel y cuidadoso, a quien el amo encarga de dar a la servidumbre la comida a sus horas? Pues, dichoso ese criado, si el amo, al llegar, lo encuentra portándose así. Os aseguro que le confiará la administración de todos sus bienes. Pero si el criado es un canalla y, pensando que su amo tardará, empieza a pegar a sus compañeros, y a comer y a beber con los borrachos, el día y la hora que menos se lo espera, llegará el amo y lo hará pedazos, mandándolo a donde se manda a los hipócritas. Allí será el llanto y el rechinar de dientes.»
Palabra del Señor
Meditación: ¿Qué me dice a mí el texto?
El tiempo que vivimos nosotros, como el que vivieron los destinatarios del evangelio de Mateo, es un tiempo de espera. Pero a la vez, es un tiempo de salvación, es decir de esperanza. Es el tiempo para vivir según las enseñanzas de Cristo, para demostrar. Día a día, que estamos con Él.
Oración: ¿Qué le respondo a Dios?
Señor ayúdanos a vivir el Evangelio para que podamos vivir conforme a él y así algún día poder ser partícipes del reino de los cielos junto con tu hijo Jesucristo. Amén.
Contemplación: ¿Cómo interiorizo la Palabra de Dios?
¿Cómo puedo vivir con esperanza en un mundo tan desolado y sin sentido? a veces no nos damos cuenta que la venida del Señor podría ser en cualquier momento y no estamos preparados.
Acción: ¿A qué me comprometo?
Prepara tu corazón y vive en Santidad como si hoy fueras a recibir al Salvador. Vive con la esperanza de compartir la vida eterna con Jesús.