Lectio Divina por Deiner Ramírez de Costa Rica
Invocación al Espíritu Santo
Para iniciar la Lectio, y como es particular en mis lectio vamos a empezar escuchando una canción y esta vez de un dúo católico costarricense, que hizo canción esta hermosa oración del Cardenal Verdier y que a Juan Pablo II le gustaba mucho hacer diariamente.
ORACIÓN AL ESPIRITU SANTO
Cardenal Verdier
Oh Espíritu Santo,
Amor del Padre, y del Hijo,
Inspírame siempre lo que debo pensar,
lo que debo decir,
cómo debo decirlo,
lo que debo callar,
cómo debo actuar,
lo que debo hacer,
para gloria de Dios,
bien de las almas
y mi propia Santificación.
Espíritu Santo,
Dame agudeza
para entender,
capacidad para retener,
método y facultad para aprender,
sutileza para interpretar,
gracia y eficacia para hablar.
Dame acierto al empezar
dirección al progresar
y perfección al acabar.
Amén.
1- Lectura
En actitud de oración nos disponemos a leer el Texto de Mateo, que se ha venido leyendo diariamente partiendo desde el Sermón de la Montaña y nos ha ido dando claves para la vida.
Hoy el texto siguiendo esa línea de darnos consejos para lo que nos enfrentaremos en nuestra existencia nos plantea un tema que de seguro nos generará ronchas pues es algo que por más santos que seamos en algún momento hemos asumido una actitud de jueces de alguna situación o de personas.
Evangelio
Lectura del santo evangelio según san Mateo (7,1-5):
En aquel tiempo, dijo Jesús a sus discípulos: «No juzguéis y no os juzgarán; porque os van a juzgar como juzguéis vosotros, y la medida que uséis, la usarán con vosotros. ¿Por qué te fijas en la mota que tiene tu hermano en el ojo y no reparas en la viga que llevas en el tuyo? ¿Cómo puedes decirle a tu hermano: «Déjame que te saque la mota del ojo», teniendo una viga en el tuyo? Hipócrita; sácate primero la viga del ojo; entonces verás claro y podrás sacar la mota del ojo de tu hermano.»
Palabra del Señor
¿Qué dice el texto?
El texto empieza con las palabras de Jesús, siempre es importante tomar actitud de escucha cuando Él habla, y enuncia una afirmación bastante severa y fuerte “No juzguéis y no os juzgarán” como sabiendo que los discípulos estaban emitiendo juicio ante alguna situación o de algunas personas. Y nos cuenta Jesús que dependiendo de lo que seamos con los demás así serán los demás con nosotros. Centra la atención y nos cuestiona “¿Por qué te fijas en la mota que tiene tu hermano en el ojo y no reparas en la viga que llevas en el tuyo?” y lo más fuerte del texto es la palabra que usa para caracterizar a este tipo de personas “Hipócritas”.
2- Meditación – ¿Qué me dice a mí el texto?
Sobre tres cosas particularmente siento que me habla a mí el texto.
Primero sobre lo que empieza a decir Jesús; Él me invita a “NO JUZGAR” precisamente porque he visto en mi vida que este tipo de cosas se devuelven, por decirlo de alguna forma, y ante ello el sufrimiento que puede mucho mayor pues en otra parte del evangelio Jesús mismo nos dice que seremos medidos con un poquitico más de exigencia. La frase que nuestras madres y abuelas nos repiten sin cesar: “Con la cuarta que mides serás medido una cuarta más”
Segundo tema que reflexiono es la actitud anticristiana, anti-caridad que nos plantea Jesús y que debemos corregir; pues muchas veces y desde nuestra posición de líderes hemos sido señaladores de algún pecado, de algún error, de alguna circunstancia y en lugar de ser un apoyo terminamos siendo un obstáculo en la vida del otro simplemente por juzgar la circunstancia en la que está ese otro.
Tercer tema y es que la verdad mi esfuerzo y mi compromiso a raíz de leer este texto será no ser llamado “Hipócrita” siendo lo más sincero con los demás, conmigo mismo y Dios.
3- Oración – ¿Qué le respondo a Dios?
Señor concédeme:
-La serenidad para aceptar las cosas que no puedo cambiar
-El valor para cambiar aquellas de puedo
-Y la sabiduría para conocer la diferencia.
Oh Espíritu Santo, amor del Padre y del Hijo, inspírame siempre:
– lo que debo pensar,
– lo que debo decir,
– como debo decirlo,
– lo que debo callar,
– lo que debo escribir,
– como debo de obrar,
Para procurar vuestra Gloria, el bien de las almas y mi propia santificación.
Espíritu Santo ilumina mi entendimiento y fortifica mi voluntad.
Señor dame el balance divino en mi vida. Gloria a ti Señor.
4- Contemplación – ¿Cómo interiorizo la Palabra de Dios?
La forma en que interiorizo esta palabra de verdad y fuerza en la boca de Jesús es repitiendo durante mi día;
«Sácate primero la viga del ojo; entonces verás claro y podrás sacar la mota del ojo de tu hermano.»
Ese será mi compromiso de hoy
Gloria al padre y al Hijo y al Espíritu Santo.