Lectio Divina por Dayán Hernández de Nicaragua
Invocación al Espíritu Santo
Ven Espíritu Santo llena nuestros corazones con tu fuego y sabiduría, ven a reparar todo lo que está dañado, ven a reconfortarnos.
1. Lectura
Lectura del santo Evangelio según san Mateo 6, 19-23
En aquel tiempo, dijo Jesús a sus discípulos:
– «No atesoréis tesoros en la tierra, donde la polilla y la carcoma los roen, donde los ladrones abren boquetes y los roban. Atesorad tesoros en el cielo, donde no hay polilla ni carcoma que se los coman ni ladrones que abran boquetes y roben. Porque donde está tu tesoro allí está tu corazón. La lámpara del cuerpo es el ojo. Si tu ojo está sano, tu cuerpo entero tendrá luz; si tu ojo está enfermo, tu cuerpo entero estará a oscuras. Y si la única luz que tienes está oscura, ¡cuánta será la oscuridad!»
Palabra del Señor.
2. Meditación: ¿Qué me dice a mí el texto?
Porque donde está tu tesoro allí está tu corazón.
Si atesoramos cosas materiales, nos afanamos en reunir dinero, nuestro corazón siempre estará unido a nuestro afán, más bien debemos de preocuparnos por atesorar riquezas espirituales, a través del servicio a Dios y la entrega a nuestra familia, tratar de dedicar más tiempo a nuestra familia y a servirle a los demás.
3.Oración: ¿Qué le respondo a Dios?
Señor Jesús, te pido ser más dócil a tu llamado, que me permitas dedicarle más tiempo a mi familia y a tu servicio Señor, te ruego que me ayudes a dejar el trabajo en segundo plano y que tú seas siempre y de ahora en adelante el primer lugar en mi vida, a pesar de que el dinero sea necesario para vivir, no es más importante que tú mi Señor, permíteme no dejar lo importante por lo urgente.
Amén.
4. Contemplación: ¿Cómo interiorizo la Palabra de Dios?
«Porque donde está tu tesoro allí está tu corazón»
5. Acción: ¿A qué me comprometo?
Me comprometo Señor, a dejar en segundo plano el dinero y dejar de decir que no a tu servicio y mi familia, a ser un papá más entregado a mis hijas y mi esposa y dejar por un lado al Dios trabajo.