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Lectio Divina por Ariel González de México
0. Invocación al Espíritu Santo
Ven Espíritu Santo toma posesión de mí. Sé mi director, mi luz, mi guía, mi fuerza, mi defensa, mi Providencia, mi salud, y todo el amor del que soy capaz. Ven Espíritu Santo y renueva la faz de la Tierra. Guía mi lectura para entender y vivir el poder de Tu Palabra.
Amén.
1. Lectura Marcos 11:27-33
27 Vuelven a Jerusalén y, mientras paseaba por el Templo, se le acercan los sumos sacerdotes, los escribas y los ancianos,
28 y le decían: «¿Con qué autoridad haces esto?, o ¿Quién te ha dado tal autoridad para hacerlo?»
29 Jesús les dijo: «Os voy a preguntar una cosa. Respondedme y os diré con qué autoridad hago esto.»
30 El bautismo de Juan, ¿Era del cielo o de los hombres? Respondedme.»
31 Ellos discurrían entre sí: «Si decimos: «Del cielo», dirá: «Entonces, ¿por qué no le creísteis?»
32 Pero ¿Vamos a decir: «De los hombres?»» Tenían miedo a la gente; pues todos tenían a Juan por un verdadero profeta.
33 Responden, pues, a Jesús: «No sabemos.» Jesús entonces les dice: «Tampoco yo os digo con qué autoridad hago esto.»
Palabra del Señor
2. Meditación
¿Quiénes interpelan a Jesús en su autoridad?
Los que tenían la autoridad y el saber en ese entonces: los escribas, sacerdotes y ancianos. Cada uno de estos grupos representa el saber, el poder, la experiencia.
Vemos cómo al preguntar al Señor Jesús sobre con qué autoridad ejercía y hablaba, Jesús les contesta con la otra pregunta sobre el origen del bautismo de Juan. Es aquí donde se pone interesante la situación: Ellos no contestan con una única verdad, pues ven dos opciones de respuesta: (1) decir que era de un bautismo del cielo ó (2) una creación de los hombres. Al confrontar las dos respuestas se dan cuanta que NO LES CONVIENE contestar ni una ni otra por las consecuencias de cada respuesta.
Jesús, el hijo de Dios, no tiene diferentes respuestas para nosotros, Él es quien detenta la Verdad, su Palabra y Acción es siempre una, y es mucho más que inclusive cualquier palabra o recomendación del más erudito o sabio en la Tierra. Los hombres, a pesar de estar hablando con un gran doctor o un gran filósofo, no pueden interpelar los mandatos ni las enseñanzas de Jesús pues su palabra es infalible, su autoridad es total no cambia según el contexto, no cambia según la época. (Filipenses 2: 9-10: Por lo cual Dios también le exaltó hasta lo sumo, y le dio un nombre que es sobre todo nombre, para que en el nombre de Jesús se doble toda rodilla de los que están en los cielos, y en la tierra, y debajo de la tierra)
Esto nos muestra que la Autoridad de las enseñanzas de Dios reveladas en su Palabra, no pueden ser modificadas por hermenéuticas mañosas o análisis de eruditos pues la autoridad de Jesús es siempre superior sobre cualquier mortal.
3. Oración
¿Qué le digo a Dios?
Señor permíteme conocer siempre tu Palabra y perdóname cuando no sigo tus enseñanzas por ideologías (consentidas o no) impuestas en mi sociedad, en mi tiempo en la Tierra. Permíteme Señor ser siempre fiel, obediente y en mi libertad, abrazar tu autoridad, tu enseñanza sobre toda moda, por más trendy que ésta sea. Dame Señor el don de discernimiento para escrudiñar y escuchar tu voz cada que leo la Biblia, para en libertad vivir la plenitud de ser tu hijo.
Amén.
4. Contemplación
¿Qué frase se nos queda del texto?
«Os voy a preguntar una cosa. Respondedme y os diré con qué autoridad hago esto»
Tengamos confianza en Dios, no seamos soberbios en refutar su Palabra, pidamos mejor discernimiento para mantenernos fieles.
5. Acción
En este mundo tan pragmático y en muchas ocasiones superficial, vivimos una vida «rápida» comprando lo que el consumismo otorga. Busquemos ser obedientes a Dios y pidamos nos de gozo y nos hable para conocer que verdaderamente su autoridad es total sobre toda cosa visible e invisible, y así poder vivir en libertad, la Verdad de su Encarnación.
Amén
Fuerte abrazo y bendiciones! Auuu!
