Lectio Divina por Pablo Usquiano de Perú
INVOCACIÓN AL ESPÍRITU SANTO:
Espíritu Santo, ven con tus dones e ilumina nuestra mente para entender tus Escrituras y se manifieste tu presencia entre nosotros. Abre también nuestro corazón para que conozcamos tu voluntad y el mensaje que nos quieres dar a través de tu Palabra para poder ponerlo en práctica, para esto haznos dóciles a tu Espíritu. Amén.
LECTURA BÍBLICA: JUAN 17, 1-11a
En aquel tiempo, Jesús, levantando los ojos al cielo, dijo: “Padre, ha llegado la hora, glorifica a tu Hijo, para que tu Hijo te glorifique y, por el poder que tú le has dado sobre toda carne, dé la vida eterna a todos los que le confiaste. Ésta es la vida eterna: que te conozcan a ti, único Dios verdadero, y a tu enviado, Jesucristo. Yo te he glorificado sobre la tierra, he terminado la obra que me encomendaste. Y ahora, Padre, glorifícame cerca de ti, con la gloria que yo tenía cerca de ti antes que el mundo existiese. He manifestado tu nombre a los hombres que me diste de en medio del mundo. Tuyos eran, y tú me los diste, y ellos han guardado tu Palabra. Ahora han conocido que todo lo que me diste procede de ti; porque yo les he comunicado las palabras que tú me diste, y ellos las han recibido, y han conocido verdaderamente que yo salí de ti, y han creído que tú me has enviado. Te ruego por ellos; no ruego por el mundo, sino por los que tú me diste, porque son tuyos. Sí, todo lo mío es tuyo, y lo tuyo mío; y en ellos he sido glorificado. Ya no voy a estar más en el mundo, pero ellos están en el mundo, mientras yo voy a ti. “
¿QUÉ DICE EL TEXTO?
El texto nos presenta la escena de Jesús y sus discípulos sentados a la mesa de la cena, en la que Jesús ofrece al Padre la oración sacerdotal pidiendo por los suyos y los invita a tomar conciencia de su misión e identidad.
Jesús ora al Padre por su glorificación, pero para glorificar a su mismo Padre, sobre todo por el poder dar la vida eterna a los que el Padre le ha confiado. Jesús ha glorificado a su Padre en la tierra habiendo consumado totalmente la misión que le ha confiado su Padre. Jesús no desea la gloria como recompensa sino llegar a la consumación de la revelación aceptando libremente su muerte en la cruz.
MEDITACIÓN:
¿QUÉ ME DICE DIOS CON EL TEXTO?
Aquí Jesús nos da la clave para alcanzar la vida eterna y es conociendo al único Dios verdadero y al que nos ha enviado, a Jesucristo mismo. Conocer a Jesús tiene que ser el primer interés de todos nosotros los cristianos. Así como glorificarle, que es en realidad conocerle y reconocerle como Nuestro Señor. El Señor nos ama tanto que hasta ruega por nosotros, los discípulos una vez que le conocieron de verdad, no pudieron dejar de amarle ni de seguirle, igual nosotros en la actualidad, tampoco podemos dejar de conocerle sin contagiarnos de la esperanza que infunde su mensaje de amor, y como verdaderos cristianos intentaremos corresponderle regalándole nuestras buenas obras.
Por eso, Jesús encomienda los cristianos al cuidado del Padre. Al acercarse su hora, no quiere desampararnos, y pide al Padre por aquellos que creerán el Evangelio a lo largo de toda la historia, preguntémonos: ¿Conocemos y reconocemos al Señor? ¿Lo reflejamos en nuestras acciones y actitudes? ¿Somos agradecidos con las oraciones del Señor que hace por nosotros? El Señor nos enseña a que oremos por otros, de igual forma, ¿Agradecemos las oraciones de nuestras familias, de nuestros amigos, de nuestros hermanos? ¿Rogamos nosotros por los que necesiten una oración?
ORACIÓN:
¿QUÉ LE DIGO A DIOS?
Gracias, Señor Jesús, por tu invocación, por esa santa oración que elevaste al Padre por nosotros. Gracias porque nos enseñaste a orar y a orar por los demás. Ayúdanos a vivir según tu voluntad y apartarnos de la nuestra. Concédenos la gracia de conocerte y reconocerte, que nuestras actitudes muestren que nuestro deseo es glorificarte, y ayúdanos a encontrar en ti esa felicidad que es la que Tú pensaste desde un principio para nosotros. Amén
¿Cuál es tu oración personal? Pon tus propias intenciones.
CONTEMPLACIÓN:
¿CÓMO INTERIORIZO LA PALABRA?
Repitamos y vivamos la Palabra: Ésta es la vida eterna: que te conozcan a ti, único Dios verdadero, y a tu enviado, Jesucristo.
ACCIÓN:
¿A QUÉ ME COMPROMETO CON DIOS?
Nos comprometemos a seguir conociendo más de Nuestro Señor leyendo su Palabra, la Biblia para así poder reconocerle y glorificarle como Nuestro Señor y Salvador. Roguemos por las necesidades de nuestra familia, de nuestros hermanos necesitados. Y para ti: ¿Qué acción concreta te invita a realizar este mensaje?
Gracias, hermanos Cristonautas, por permitirme compartir esta Lectio Divina de este día. Un abrazo. Dios les bendiga.