Lectio Divina por José Eduardo Ramírez de Guatemala
Buenos días, hermanos y hermanas Cristonautas
Que la Paz de nuestro Señor Jesucristo esté con todos nosotros.
Dispongámonos a profundizar en los mares de la Palabra de Dios, a través de la Lectio Divina.
Lectio Divina
Jueves 13 de Julio de 2017 XIV Semana del Tiempo Ordinario
Pidamos la iluminación del Espíritu Santo.
Ven Espíritu Santo, manda tu luz desde el Cielo y
abre nuestra mente para oír tu Palabra y nuestro corazón para escucharte. Danos docilidad de espíritu para hacer vida tu Mensaje.
Amén.
Leamos el texto:
Mateo 10, 7-15.
Jesús dijo a sus discípulos:
Yendo proclamad que el Reino de los Cielos está cerca.
Curad enfermos, resucitad muertos, purificad leprosos, expulsad demonios. Gratis lo recibisteis; dadlo gratis.
No os procuréis oro, ni plata, ni cobre en vuestras fajas; ni alforja para el camino, ni dos túnicas, ni sandalias, ni bastón; porque el obrero merece su sustento.
«En la ciudad o pueblo en que entréis, informaos de quién hay en él digno, y quedaos allí hasta que salgáis.
Al entrar en la casa, saludadla. Si la casa es digna, llegue a ella vuestra paz; mas si no es digna, vuestra paz se vuelva a vosotros. Y si no se os recibe ni se escuchan vuestras palabras, al salir de la casa o de la ciudad aquella sacudíos el polvo de vuestros pies. Yo os aseguro: el día del Juicio habrá menos rigor para la tierra de Sodoma y Gomorra que para aquella ciudad.
Releamos el texto:
¿Qué dice el texto?
– Objetivo de la misión: La proclamación del Reino de los Cielos.
– Actividades en la misión: curar, resucitar, purificar, expulsar demonios.
– Costo del servicio: gratis lo recibieron, denlo gratis.
– Preparativos para la misión: no procurar nada para el viaje.
– Lugar de hospedaje: alguien digno.
– Que se dará al llegar a la casa: “la paz”.
– Que hacer si los rechazan: sacudirse los pies y emprender camino.
Meditemos:
¿Qué nos dice el texto?
– La misión de Jesús fue proclamar el Reino de los Cielos y hacerlo presente en aquellos que lo necesiten. Nosotros también debemos hacer lo mismo.
– La misión es un don, no una fuente de ingresos.
– La misión nos lleva a ser proclamadores de la Paz, incluso donde no la acepten. No nos corresponde a nosotros juzgar porque no se reciba el mensaje que dimos, nuestra misión es dar el mensaje, hasta ahí nomás.
Oremos:
Señor, haznos instrumentos de tu paz.
Señor, haznos proclamadores del Reino de los Cielos y de la paz.
Señor, danos el don del discernimiento para saber dónde la Semilla de tu Palabra es escuchada y dónde simplemente debemos marcharnos.
Llena nuestros corazones de tu amor, para poder hacer nuestra misión con amor.
Amén.
Contemplemos al Señor desde la Palabra:
“Que te mire a Ti, Señor, en el hermano que espera conocerte a Ti, a través de mí”
Repitámoslo durante todo el día para que se haga vida en nosotros.
Actuemos:
¿Qué acciones me invita el Señor a realizar?
– Veo a mi alrededor, veo dónde la Palabra del Señor debe ser sembrada, principalmente donde los terrenos son duros, pero esperan que yo les lleve la Palabra.
– Veo a mi alrededor, veo dónde hay hermanos que tienen necesidades físicas y disponernos a servir.
– Veo a mi alrededor y veo que hogares necesitan que se les lleve la Paz de tu Palabra, dónde haga falta una palabra amable.
Y después de ver, actúo.
Gloria al Padre y al Hijo y al Espíritu Santo, Como era en el principio, ahora y siempre, por los siglos de los siglos.
Amén.
Que el Señor de Esquipulas bendiga a cada uno de ustedes, sus familias y sus proyectos.