Miguel Pérez Pichel | 21 de Marzo 2017 a las 09:14 am
En un nuevo video mensaje con motivo de la próxima Jornada Mundial de la Juventud (JMJ) que se celebra el 9 de abril de 2017, y que ha querido colocar en camino hacia la JMJ Panamá 2019, el Papa Francisco retó a los jóvenes a descubrir aquello que tienen que ofrecer a la sociedad y a la Iglesia.
“La Iglesia y la sociedad los necesitan. Con sus planteos, con el coraje que tienen, con su sueños e ideales, se caen los muros del inmovilismo y se abren caminos que nos llevan a un mundo mejor, más justo, menos cruel y más humano”, afirma el Santo Padre.
El Pontífice recordó a los jóvenes que “también Dios se fija en ustedes y los llama, y cuando lo hace está mirando todo el amor que son capaces de ofrecer”.
También les recordó que “en este caminar nos acompaña Nuestra Madre, la Virgen María, y nos anima con su fe, la misma fe que ella expresa en su canto de alabanza. María dice: ‘El Todopoderoso ha hecho cosas grandes en mí’. Ella sabe dar gracias a Dios, que se fijó en su pequeñez, y reconoce las cosas grandes que Él realiza en su vida”.
Por último, los animó a “que cultiven una relación de familiaridad y amistad con la Virgen santa. Es nuestra Madre. Háblenle como a una Madre. Con ella, den gracias por el don precioso de la fe que han recibido de sus mayores, y encomiéndenle a ella toda su vida. Como Madre buena los escucha, los abraza, los quiere, camina con ustedes. Les aseguro que si hacen esto no se van a arrepentir”.
Memoria, valentía y esperanza
Asimismo, junto al video se difundió un mensaje de texto más extenso en el que el Pontífice reflexiona sobre el nexo común que une la JMJ de Cracovia, celebrada en verano de 2016, con las JMJ de 2017 y 2018, que se celebrarán en cada diócesis, y la de 2019 en Panamá.
Memoria del pasado, valentía en el presente y esperanza en el futuro. Estos son los tres ejes en torno a los cuales girarán las próximas JMJ.
Según explicó el Papa, la edición de este año llevará por tema “El Todopoderoso ha hecho cosas grandes en mí”. El título de la del año siguiente será “No temas, María, porque has hallado gracia delante de Dios”. La JMJ 2019 tendrá por título “He aquí la sierva del Señor. Hágase en mí según tu palabra”.
El Papa destacó el fuerte contenido mariano de estos lemas, algo que no es casualidad. “Nos acompañará en este camino, María”, señaló.
En el mensaje, el Pontífice recuerda cómo después del anuncio del ángel, María se levantó y se fue de prisa a casa de su prima Isabel, embarazada de seis meses, que vivía a 150 kilómetros de distancia.
“María no se encierra en casa, no se deja paralizar por el miedo o el orgullo. María no es la clase de personas que para estar bien necesita un buen sofá donde sentirse cómoda y segura. No es una ‘joven-sofá’. Si su prima anciana necesita una mano, ella no se demora y se pone inmediatamente en camino”.
Al igual que María, durante las largas jornadas de viaje a la casa de su prima, “meditó sobre el maravilloso acontecimiento en el que estaba participando. Lo mismo nos sucede a nosotros cuando empezamos nuestra peregrinación: a lo largo del camino vuelven a la mente los hechos de la vida, y podemos penetrar en su significado y profundizar nuestra vocación, que se revela en el encuentro con Dios y en el servicio a los demás”
“Cuando Dios toca el corazón de un joven o de una joven, se vuelven capaces de grandes obras. Las ‘cosas grandes’ que el Todopoderoso ha hecho en la vida de María nos hablan también del viaje de nuestra vida, que no es un deambular sin sentido, sino una peregrinación que, aun con todas sus incertidumbres y sufrimientos, encuentra en Dios su plenitud”.
En este sentido, “cuando el Señor nos llama no se fija en lo que somos, en lo que hemos hecho. Al contrario, en el momento en que nos llama, Él está mirando todo lo que podríamos dar, todo el amor que somos capaces de ofrecer”.
“Como la joven María, podéis hacer que vuestra vida se convierta en un instrumento para mejorar el mundo. Jesús os llama a dejar vuestra huella en la vida, una huella que marque la historia, vuestra historia y la historia de muchos”, aseguró.
Ser joven no significa estar desconectado del pasado.
El Papa destacó la importancia de la memoria, la importancia del pasado. “Ser joven no significa estar desconectado del pasado”, afirmó. “Nuestra historia personal forma parte de una larga estela, de un camino comunitario que nos ha precedido durante siglos. Como María, pertenecemos a un pueblo”.
En concreto, habló de la función crucial que la historia de la Iglesia debe ejercer en la vida de los cristianos.
“La verdadera experiencia en la Iglesia no es como un ‘flashmob’, en el que nos damos cita, se realiza una ‘performance’ y luego cada uno se va por su propio camino. La Iglesia lleva en sí una larga tradición, que se transmite de generación en generación, y que se enriquece al mismo tiempo con la experiencia de cada individuo. También vuestra historia tiene un lugar dentro de la historia de la Iglesia”, escribe el Papa.
“Hacer memoria del pasado sirve también para recibir las obras nuevas que Dios quiere hacer en nosotros y a través de nosotros. Y nos ayuda a dejarnos escoger como instrumentos suyos, colaboradores en sus proyectos salvíficos”, resalta el Pontífice.
Por ello, subrayó la necesidad de “darle el debido valor a la tradición”, aunque afirmó que dar valor a la tradición “no significa ser tradicionalistas”.
Francisco resalta que “el saber hacer memoria del pasado no quiere decir ser nostálgicos o permanecer aferrados a un determinado período de la historia, sino saber reconocer los propios orígenes para volver siempre a lo esencial, y lanzarse con fidelidad creativa a la construcción de tiempos nuevos”.
“Una sociedad que valora solo el presente tiende también a despreciar todo lo que se hereda del pasado, como por ejemplo las instituciones del matrimonio, de la vida consagrada, de la misión sacerdotal. Las mismas terminan por ser consideradas vacías de significado, formas ya superadas. Se piensa que es mejor vivir en las situaciones denominadas ‘abiertas’, comportándose en la vida como en un ‘reality show’, sin objetivos y sin rumbo. No os dejéis engañar”, exhorta el Papa.