Lectio Divina por P. Alejandro Gómez Grajales de Colombia
Comencemos invocando el Espíritu Santo, pídelo en un momento de silencio allí donde estés…
Juan 8,21-30
En aquel tiempo, dijo Jesús a los fariseos:
– «Yo me voy y me buscaréis, y moriréis por vuestro pecado. Donde yo voy no podéis venir vosotros.»
Y los judíos comentaban:
– «¿Será que va a suicidarse, y por eso dice: «Donde yo voy no podéis venir vosotros»?»
Y él continuaba:
– «Vosotros sois de aquí abajo, yo soy de allá arriba: vosotros sois de este mundo, yo no soy de este mundo. Con razón os he dicho que moriréis por vuestros pecados: pues, si no creéis que yo soy, moriréis por vuestros pecados.»
Ellos le decían:
-«¿Quién eres tú?»
Jesús les contestó:
– «Ante todo, eso mismo que os estoy diciendo. Podría decir y condenar muchas cosas en vosotros; pero el que me envió es veraz, y yo comunico al mundo lo que he aprendido de él.»
Ellos no comprendieron que les hablaba del Padre. Y entonces dijo Jesús:
– «Cuando levantéis al Hijo del hombre, sabréis que yo soy, y que no hago nada por mi cuenta, sino que hablo como el Padre me ha enseñado. El que me envió está conmigo, no me ha dejado solo; porque yo hago siempre lo que le agrada.»
Cuando les exponía esto, muchos creyeron en él.
Palabra del Señor
Qué dice el texto?
– Qué relación hay entre el pecado y la muerte?
– Por qué Jesús es? Por qué tiene la plenitud del ser?
– Según el texto, cuando no se encuentra a Jesús se encuentra es la muerte? Por qué?
Qué me dice el texto?
– Cómo es la muerte que experimento por el pecado?
– Cómo se siente estar en gracia de Dios?
– Cómo puedo resucitar de esa muerte para SER en Jesús?
– Cómo hago para encontrar a Jesús hoy?
Qué me hace decir el texto?
– Señor, déjame buscarte en el viento y descubrir que eres tú el que mueve el aire; déjame buscarte en mi historia y descubrir que eres tú quien la guía.
– Señor, dame tu vida en abundancia para que no muera por el pecado.
– Señor, concédeme verte levantado en alto y ser curado del mal.
A qué me comprometo?
– Hoy voy a buscar a Jesús y espero poder decir al final del día: lo encontré.
– Hoy voy a estar atento a la muerte que pueda experimentar, y si me pasa entonces pondré mi mirada en Jesús.
Me quedo con una frase
Señor, escucha mi oración, que mi grito llegue hasta Ti